Friday, November 23, 2007

El canon infantil de Harold Bloom


Martes 4 de febrero de 2003


El canon infantil de Harold Bloom

Con "Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades", Harold Bloom carga contra la cultura literaria que simboliza el fenómeno Harry Potter.

Harold Bloom escoge los clásicos para los chicos.NsxxxBuenos Aires, (Télam).- León Tolstoi, William Shakespeare, Arthur Conan Doyle, Charles Dickens, Gogol, Chesterton no son, precisamente, los nombres más citados en materia de literatura infantil: sin embargo, el crítico Harold Bloom (Nueva York, 1930) los ha incluido en un canon de lecturas que saldrá a la venta, con todos los honores, el 15 de este mes.El título del libro, que lanzará el sello Anagrama, lo dice prácticamente todo: "Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades". "No acepto la categoría de "Literatura para niños" -dice Bloom en la introducción al volumen-, que hará un siglo poseía alguna utilidad y distinción, pero que ahora es más bien una máscara para la estupidización que está destruyendo nuestra cultura literaria"."Casi todo lo que ahora se ofrece comercialmente como literatura para niños sería un menú insuficiente para cualquier lector de cualquier edad en cualquier época. Yo leí casi todo lo que he reunido en este libro entre los cinco y los quince años, y he seguido leyendo todos estos relatos y poemas desde los 15 hasta los 70", señala el crítico en el prólogo de su flamante obra.Desde que tuvo la buena idea de publicar su controvertido ensayo "El canon occidental" (de más de 500 páginas, en 1995), Bloom es amado y odiado con la misma intensidad por "los unos y los otros" que estuvieron a favor y en contra de su canonización de sólo 26 autores como los más representativos de la literatura universal (entre sus elegidos figuran Dante Alighieri, William Shakespeare, León Tolstoi, Miguel de Cervantes y sólo dos latinoamericanos: Pablo Neruda y Jorge Luis Borges).Al investigador -profesor de Humanidades en la Universidad de Yale y autor de "La angustia de las influencias", "La Cábala y la crítica", "Los vasos rotos" y "El libro de J", entre otros libros- no le interesa esta vez llevar al lector a una polémica abierta con la crítica ideológica norteamericana, aunque no deja de atribuirle la responsabilidad de haber "ocultado", por ejemplo, a Thomas Mann durante 30 años, o "perseguido" a Ellison -que era negro- "por haber colocado al arte sobre la ideología". La nueva obra de Bloom está dividida en cuatro estaciones: los textos más adecuados para leer en primavera, en verano, en otoño y en invierno, según un criterio temático o la época en que se desarrolla cada título.El autor más citado es Lewis Carroll, sin duda uno de los predilectos del ensayista: "Estar a solas con un buen libro es ser capaz de comprenderte más a ti mismo. Releer los libros de "Alicia" de Lewis Carroll es recordar lo fuerte que es Alicia, y puede ser una manera de compartir su independencia". Otros escritores que aparecen son Rudyard Kipling, Mark Twain, H. G. Wells o R. L. Stevenson: la mayoría de los autores seleccionados pertenecen al siglo XIX, porque según el ensayista "tras la Primera Guerra Mundial, diversas oleadas de lo que entonces se llamaba "modernismo" acabaron con la especulación y el asombro visionarios" que unifican un volumen con predominio de la literatura fantástica.Para Bloom, el problema no es si los niños leen ahora más o menos cantidad de libros que antes: "la cuestión fundamental, el meollo de todo el asunto, es qué se lee", sostiene.El autor también afirma ser "lo bastante anticuado y romántico como para creer que muchos niños, dadas las circunstancias adecuadas, son lectores por naturaleza hasta que su instinto es destruido por los medios de comunicación".Los textos seleccionados no son siempre una obra completa -un poema, un relato- sino que, en ocasiones, hay fragmentos de libros más extensos (en el caso de Shakespeare, por ejemplo).Sin embargo, el crítico asegura haber desechado todos aquellos textos que presentaban un elevado grado de complejidad formal y afirma que no hay en ellos ninguna dificultad que un niño no pueda superar con un poco de esfuerzo. Tampoco ha querido indicar las edades adecuadas para cada texto, porque "eso sería dirigir la lectura". Los futuros compradores de la obra deberán tener en cuenta, sin embargo, que el volumen decepcionará a los que esperen grandes elucubraciones teóricas sobre la materia: se trata básicamente de una selección de textos literarios... con el sesgo controvertido que pocos como Bloom pueden generar.

" Hasta Siempre " de Carlos Puebla


Aprendimos a quererte,
Desde la histórica altura,
Donde el sol de tu bravura
Le puso cerco a la muerte
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
Tu mano gloriosa y fuerte
sobre la historia dispara,
cuando todo Santa Clara
Se despierta para verte.
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
Vienes quemando la brisa
con soles de primavera
para plantar la bandera
con la luz de tu sonrisa
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
Tu amor revolucionario
te conduce a nueva empresa,
donde espera la firmeza
de tu brazo libertario.
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
Seguiremos adelante
como junto a ti seguimos
y con Fidel te decimos :
«¡Hasta siempre Comandante!»
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara

HAROLD BLOOM HACE UNOS ANOS EN BARCELONA


Muestro las declaraciones del especialista literario Harold Bloom, quien estuvo en Cataluña (España) hace algunos anos (5) recogiendo un premio y se despachó a gusto con la prensa hablando de literatura. Esta vaca sagrada opinó. Aquí lo que dijo para que saques tus propias conclusiones.

HAROLD BLOOM
Critico Literario
'Los lectores están en peligro de desaparición'
A su llegada a Barcelona, con su enormidad derrotada en una butaca del hotel, cansado y con jet lag, Harold Bloom parecía una ballena varada entre las rocas. Hablando casi en susurros, con los ojos semicerrados, Bloom agradeció haber sido elegido para el Premio Internacional Catalunya, que recibirá hoy en la Generalitat.
'Evidentemente, estoy muy contento de recibir el Premio Catalunya', señaló, 'porque en los círculos en los que me muevo se me considera un crítico controvertido. Yo no siento que lo sea, pero esto debe de ser indicativo de que hay algo que no marcha bien'. Al apuntarle que quizá todo se deba a sus frecuentes ataques contra la que él llama Escuela del Resentimiento, formada por profesores y críticos que priman, sobre todo, los estudios literarios desde el punto de vista étnico o feminista, Bloom se animó y explicó: 'No hace mucho recibí un libro terrible. El título era Bloom on Shakespeare y reunía ensayos escritos por universitarios resentidos contra mí. En uno de los artículos se decía que yo era un racista porque me negaba a reconocer las dificultades que plantea ser un negro en Otelo, o porque insistía en que Calibán, tal como dice el texto de Shakespeare, es hijo de una bruja africana. Seguían artículos de feministas que me acusaban de misógino y acababa con los sospechosos habituales. La verdad es que hojeé el libro y sólo sirvió para provocarme una sonrisa amarga'.
Bloom relató también una triste experiencia en la Universidad de Stanford, donde los 'políticamente correctos' le insultaron y abuchearon. 'Hace ya años que en mi país y en todos los países anglosajones no se está enseñando literatura en serio', lamenta. 'Si esto sigue así, primando la enseñanza de la literatura en función del género, la etnia, las tendencias sexuales o las opiniones políticas, la sociedad acabará autodestruyéndose'.
Para ilustrar su opinión, Bloom recordó una frase de Thomas Mann en la que compara la obra literaria bien hecha a un mueble que durará siglos. Y añadió: 'A los que me abucheaban en Stanford les dije: 'A vosotros sólo os interesa si una mesa la ha hecho una carpintera lesbiana, de origen mexicano y de ideas revolucionarias, pero os olvidáis de lo más importante: que tenga cuatro patas y esté bien construida'.
A la pregunta de que si cree que los lectores son una especie en extinción, Bloom resopló y dijo: 'Si miramos la enorme masa mundial, supuestamente compuesta por una población alfabetizada, tenemos que admitir que los lectores están en peligro de desaparición. Por otra parte, sin embargo, en los últimos ocho años he dedicado mucho tiempo a dar conferencias por Estados Unidos y por varios países europeos y he de confesar que he encontrado muchos lectores interesados. Entre ellos había blancos, negros, asiáticos, jóvenes, mayores, hombres, mujeres, doctores, abogados, hombres de negocios... En fin, personas de todo tipo. Me emocionó saber que hay gente que lee mucho. De mi último libro, publicado el pasado octubre en Estados Unidos, se ha hecho una primera edición de 200.000 ejemplares, lo que significa que hay muchos lectores interesados en lo que escribo. Hay países sin embargo, como el Reino Unido, donde la Escuela del Resentimiento es totalmente dominante. Las universidades de EE UU también están infectadas. Allí ya no se enseña literatura en serio. Pero es evidente que en el mundo hay cientos de miles de lectores solitarios que son muy valiosos. Esto me hace confiar en que la lectura no será destruida por culpa de la era de la información. Pienso, pues, que a veces subestimo la fortaleza de los lectores residuales'.
'Si los de Harry Potter son los libros más populares, tenemos un problema terrible'
Al hablar del fenómeno Internet, Bloom se mostró cauto. 'Si hablamos de un joven que ha recibido una buena formación, Internet puede ser una herramienta muy útil', afirmó. 'Me encanta que en Internet puedan encontrar todo tipo de información valiosa, pero el que acude a Internet sin haber sido previamente formado corre el riesgo de morir ahogado en un océano de información. Cuando leo sobre la red mundial de Internet no puedo evitar pensar en la imagen de una gran tela de araña que atrapa a los incautos'.
Al hilo de sus pensamientos y de sus lecturas recientes, Bloom se puso por sorpresa a hablar del fenómeno Harry Potter. 'Me leí Harry Potter y la piedra filosofal. ¡Qué mal escrito está! Está lleno de frases tópicas y de repeticiones. Francamente, me decepcionó mucho. Si los de Harry Potter son ahora los libros más populares en todo el mundo, tenemos un problema terrible'.
Ávido lector en distintas lenguas, al hablar de literatura catalana, Bloom destacó en especial seis nombres: Ramon Llull, Ausiàs March, J. V. Foix, Joan Perucho, Mercè Rodoreda y Salvador Espriu. 'Sé que ahora se considera que la fama de Espriu fue hinchada por motivos políticos', comenta, 'pero creo que él no escribió una poesía para salvar la lengua catalana. La suya es una poesía lírica en el aspecto más internacional, comparable a la de Celan, Valéry o Cernuda. El comité del Nobel ha cometido muchos pecados y uno de ellos fue el de no dar el premio a Salvador Espriu. Creo que se lo merecía'.
En lo concerniente al Nobel, Bloom también se extendió sobre Toni Morrison. 'Ella es una persona maravillosa que se ha proclamado feminista, afroamericana y marxista', dijo. 'Yo no sé en qué consiste ser marxista, pero sus tres últimos libros son una pura mierda. Antes escribía muy bien e incluso le dieron el Nobel, pero es que los criterios del comité del Nobel son escandalosos'.
Una España muy cambiada
Harold Bloom recordó ayer una visita a España en el invierno de 1958-1959. 'Yo iba a enseñar literatura en la Universidad de Jerusalén y, antes de viajar a Israel, mi mujer y yo decidimos hacer una visita a Madrid y Barcelona. La España que recuerdo de entonces era oscura y pobre. En Madrid me sorprendió el desprecio del régimen por la Universidad, y recuerdo que al llegar en tren a Barcelona encontramos la estación llena de policías y guardia civiles con ametralladoras. Ahora, por suerte, lo encuentro todo muy cambiado. Madrid ha resurgido de sus cenizas como el Ave Fénix y Barcelona parece una ciudad totalmente nueva'. Bloom abrió, con una intervención realizada por videoconferencia desde Barcelona, el Simposio Internacional sobre Luis Cernuda, que se desarrollo en la Residencia de Estudiantes de Madrid y en la Universidad de Sevilla. Bloom definió a Cernuda como 'un poeta sublime, que roza los límites de la literatura, fue el menos cristiano y el menos español de todos los poetas españoles', dijo.
En esa estancia de diez días en España, Bloom viajaro a Mallorca y a Valencia, donde participo en distintos actos. Despues regresaro a Barcelona para presentar su último libro, El futuro de la imaginación (Anagrama y, en catalán, Empúries). Tras confesar su admiración por el autor del Quijote, Harold Bloom señaló: 'Cervantes es la verdadera Biblia de España'. Posteriormente elogió a Borges e insistió en que Les històries naturals, de Joan Perucho, es un libro equiparable a las obras de Calvino, que no ha obtenido la atención internacional que se merece. Bloom habla en un tono cansado, pero vibra cuando el tema es la literatura, y saca sus afiladas armas en contra de la Escuela del Resentimiento. 'En las universidades anglosajonas se está enseñando una literatura mediocre, y los estudiantes que salen de allí también serán mediocres y transmitirán un saber mediocre'.

Michelin valora a la baja la gastronomía española



HOY
SE PUBLICA
LA GUÍA GASTRONÓMICA
MICHELIN DE 2008


jueves 22/11/2007


Sólo cinco estrellas más que el año pasado. Un nuevo chasco para la pujante restauración patria, que ve como otras potencias del buen comer son, comparativamente, mejor valoradas por la biblia oficiosa de la gastronomía internacional.

La guía roja de Michelin, la verdad, nunca ha sido demasiado generosa con Espana. Y en la 36 entrega de la misma, que sale a la venta este jueves 22, la tacañería de sus anónimos inspectores sigue siendo proverbial.

Efectivamente, en la edición 2008 dedicada a España y Portugal, la popular casa de neumáticos se mantiene en sus trece: de 2.090 restaurantes seleccionados, apenas 134 resultan agraciados con estrellas, símbolo por el cual la empresa francesa designa las "cocinas excepcionales que merecen el viaje" (3 estrellas), las "excelentes que justifican un rodeo" (2 estrellas) o las que la guía considera simplemente "muy buenas en su categoría" (1 estrella).

Una escuálida nómina de premiados si se compara con la generosidad de Michelin en otros países. Para muestra, un botón: en la inminente guía roja de Tokio (la primera que se consagra a la capital japonesa), se cuentan 150 locales estrellados: más que en toda la geografía española.

¿Pero no habíamos quedado en que Espana era el faro de la ultimísima revolución culinaria mundial? Pues no para estos señores, que se mantienen firmes en sus convicciones de que a la restauración pública en la piel de toro "le falta más regularidad y más rigor".

De acuerdo con eso, naciones como Francia (con 527), Italia e incluso Alemania triplican o doblan a los espanoles cómodamente en estrellas; no sólo en cantidad, sino en la calidad de las mismas.
Por ejemplo: sólo seis comedores españoles triestrellados (Akelarre, Arzak, Martin Berasategui, El Bulli, Can Fabes y Sant Pau), o sea, incluidos en el Olimpo del gourmetismo planetario, por nada menos que 26 galos u nueve germanos.

Los profesionales, aficionados y críticos peninsulares llevan años quejándose de esa racanería y se contentaban, en los últimos tiempos, al constatar que Michelin iba abriendo el grifo de las condecoraciones ascendiendo anualmente a algún maestro celtíbero a la primera división: en 2007, Subijana; en 2006, Carmen Ruscalleda. Pero el grifo parece haberse cerrado esta temporada.

Ningún tres estrellas nuevo en España
Atengámonos a las cifras. ¿Algún nuevo tres estrellas? Ninguno. Se rumoreaba la posibilidad de El Celler de Can Roca, pero parece que la mudanza de este templo gerundés hará esperar doce meses más su definitiva ascensión a los altares. ¿Algún local agraciado con el segundo macarrón (que es como llaman a estas medallas en Francia)? Sólo uno: el barcelonés Abac; sin duda merecido, pero podían haber sido más (Ca Sento, en Valencia; El Bohío, en Illescas; Casa Gerardo, en Prendes... por citar unos pocos).

¿Nuevos restaurantes estrellados? Catorce. A saber: Comerç 24 (Barcelona), Yayo Daporta (Cambados), Kokotxa (San Sebastián), Kursaal (San Sebastián), Arrop (gandía), Massana (Gerona), Azurmendi (Larrabetzu), Club Allard (Madrid), Calima (Marbella), Els Casals (Sagàs), Retiro da Costiña (santa Comba), Villena (Segovia), El Molino de Urdániz (Urdániz) y Ramiro's (Valladolid). ¿Estrellas suprimidas? Nueve, que son: Posada de la Casa del Abad (Ampudia), Aldebarán (Badajoz), Koldo Royo (Palma de Mallorca), Jean Luc Figueras (Barcelona), Gallery (Gijón), Carballeira (Lérida), Casa d’A Troya (Madrid), Mesana (Marbella) y Chez Víctor (Salamanca).

Sin entrar a valorar la oportunidad de la concesión o retirada de estas condecoraciones, los números cantan: si la guía roja 2008 le otorga a España 14 nuevos galardones pero le quita 9, sólo han ganado cinco en un año. O sea, que, si siguen a este ritmo (que parece que sí), van a tardar milenios en ponernos al nivel de otras presuntas potencias culinarias.

"Si alguno de nuestros doce inspectores no tiene claro que un local se merece una estrella, es muy probable que no se la demos", opina un portavoz de la firma. "La generosidad de otros países no debe de condicionarnos. Este es nuestro criterio y no se trata de una competición entre naciones. Quizá los inspectores de otros países puedan ser más chauvinistas, no lo sé. Lo cierto es que todos nos regimos por el mismo código", prosigue.

Mientras la patria de Adrià, de Arzak, de Madrid Fusión, del jamón Joselito y de otras glorias gastronómicas reverenciadas en todo el orbe sufre este nuevo baño de humildad (y ya van...), la empresa de neumáticos sigue ampliando su línea editorial de guías rojas.
Con 107 años de historia, cuenta hoy con 19 títulos que abarcan 22 países, entre los que destacan, por recientes, los volúmenes dedicados a Nueva York, San Francisco, Las Vegas, Los Ángeles y Tokio. En plena apuesta por el Nuevo Mundo, Michelin deja otra vez con ganas de más a España.

Tendran que consolarse con saber que uno de los nuevos triestrellados alemanes lleva por nombre Amador y su chef, Juan Amador, es de padres granadinos. Un discípulo confeso de esa rutilante nueva cocina española que deslumbra a todos, menos a los empleados de la compañía de Clermont-Ferrand.

Dietrich Schwanitz


«La literatura propicia la comunicación sin fronteras»
Tambien podria decirse que:
“La Cultura facilita la tolerancia, el entendimiento y la comunicación sin barreras”
El autor alemán Dietrich Schwanitz dejo un libro «brújula» sobre todo lo que hay que saber .Fue catalogado por unos como «un libro atrevido» que osa decir lo que es culto y lo que no; valorado por otros como una propuesta valiente y concreta para tiempos de confusión en el ámbito de la enseñanza, el libro del alemán Dietrich Schwanitz La cultura, todo lo que hay que saber lleva vendidos en todo el mundo más de un millón de ejemplares.

Hay crisis en la educación superior mundial, en la enseñanza. Muchas de las reflexiones que se encierran en La cultura parten de la experiencia alemana, pero se pueden aplicar a España, Mexico y a otros países europeos, donde el bajo nivel de formación es evidente.

«En el caso concreto de Alemania», señaló Schwanitz, «el sistema educativo está muy fragmentado, más después de la reunificación, y es necesario encontrar el modo de que los estudiantes puedan comunicarse y orientarse a través de unos conocimientos afines».

Fue precisamente esta apreciación, reforzada mientras impartía sus clases de Filología inglesa en la Universidad de Hamburgo, lo que llevó al autor a plantearse la necesidad de escribir esta guía cultural, esta especie de brújula que orienta al lector en distintos campos del saber: desde la Historia a la ciencia, pasando por la política, la literatura, el arte, la música...
Carácter divulgativo
Un libro, en fin, de carácter divulgativo, para todos los públicos, que debe ser tomado, como «un punto de partida para seguir estudiando e investigando en lo que más interese a cada cual».

Lo que da unidad a la entrega, lo que la dota de sentido, es que todas las lecturas recomendadas tienen que ver con la construcción de la época moderna, «con el desarrollo de los conceptos que en un momento dado cambiaron el mundo», afirma Schwanitz, quien lanza en el prólogo las siguientes preguntas: «¿Qué ha dicho Heidegger que no supiéramos ya?», «¿Dónde estaba el inconsciente antes de Freud?».

Cuestiones que encuentran respuesta en un libro que pretende ofrecer una visión global de la cultura europea, alentando a la reflexión.

«Tenemos que saber»,Tenemos que acercarnos a la literatura para apreciar los enigmas, el lado más íntimo de nuestra sociedad. Si conocemos a Don Quijote, a Hamlet, a Fausto, a tantos otros personajes de la literatura, podremos sentar bases de comunicación más allá de las fronteras nacionales».

La cultura ayuda al hombre a conocerse a sí mismo y a percibir los constantes cambios de la sociedad, se sostiene en este libro que puede ser criticado como cualquier obra que tienda a establecer canones del saber, pero uno de cuyos méritos radica en que anima al lector a luchar contra tanta información basura de carácter efímero y a reflexionar sobre el poder de los medios, sobre la necesidad de controlarlos.

Y todo eso sin olvidar su aspecto irónico, de juego, «algo fundamental», según Dietrich Schwanitz, para quien la solemnidad y la seriedad excesivas han hecho muy poco a favor de la cultura. En este sentido, el libro incluye un curioso capítulo en el que se hace repaso a todo aquello que no habría que saber: conocer con todo lujo de detalles los chismorreos y vidas de los personajes publicos, las historias del HOLA por ejemplo, o las incidencias de los reality-shows o concursos televisivos, «a no ser que se hable de ellos como parte de un estudio sobre los medios de comunicación de masas».

QUE ES SER CULTO? O Bildung. Dietrich Schwanitz


Con este texto el académico alemán confirma su amor al arte y la cultura, pero sobretodo al projimo.
Más que un canon y mejor que una ordenanza es la interpretación que de forma apastillada aplica el alemán Dietrich Schwanitz para ofrecer una guía de formación en su libro La cultura. El título del amplio volumen parece pretencioso y acaso demasiado ufano de sí mismo, pero la estructura comedida y el discurso con evidentes matices didácticos hacen entender muy pronto que el libro no es una enciclopedia sino una guía de lectura.

Ese carácter antidogmático es el que singulariza a Schwanitz, quien se ha manifestado públicamente, como ocurrió hace unos meses en España, en contra de apreciaciones culturales como las que propone Harold Bloom, a quien el alemán no considera propositivo sino impositivo.

El libro, está dividido por principio en dos amplios apartados: saber y poder. En Saber, el autor hace un repaso capitular como sigue: Historia de Europa, La literatura europea, Historia del arte, Historia de la música, Grandes filósofos, ideologías, teorías y concepciones científicas del mundo e Historia del debate sobre los sexos. En Poder, está el recuento de las ideas: La casa del lenguaje, El mundo del libro y de la escritura, Geografía política para la mujer y el hombre de mundo, Inteligencia, talento y creatividad, Lo que no habría que saber y La reflexión del saber.

Dietrich Schwanitz sabe ser lo mismo un tanto cuanto provocador que muy sereno. Provoca cuando en el capítulo a "Lo que no habría que saber" incluye en un apunte como el que sigue: "A los hombres, excepto a los intelectuales, les convendría ignorar ciertas cosas, sobre todo en materia de futbol. El que sea capaz de decir cómo jugó el Schalke frente al Borussia Dortmund en 1969, quién metió los goles y qué jugadores fueron sustituidos durante el partido, está demostrando ser un experto en futbol; pero es bastante más difícil que al mismo tiempo sea un conocedor de la obra tardía de Goethe, incluidos sus trabajos de morfología. No obstante, después de 1969 se consideró chic que los intelectuales tuviesen conocimientos de futbol, siempre que además se fuera marxista o al menos sociólogo y se buscara el contacto con las masas trabajadoras".

Y es sereno, cuando dice con enorme tino: "Toda ostentación, incluida la cultural, es absolutamente incompatible con el concepto de cultura. La fanfarronería lo único que delata es la ignorancia. La cultura no se ostenta, no es un campo en el que se busque el aplauso de los demás. Está totalmente prohibido demostrar la inferioridad del interlocutor sometiéndolo a una batería de preguntas; el esnobismo cultural es una prueba de incultura. La capacidad de comportarse civilizadamente forma parte de la cultura, cuyo verdadero objetivo es una comunicación libre de coacción".

Humanista, profesor al fin, la intención de este best-seller cultural (500 mil ejemplares vendidos tan sólo en Alemania) en voz de Schwanitz puede sintetizarse en esta expresión suya:
"La cultura es la forma en que espíritu, carne y civilización se convierten en persona y se reflejan en el espejo que son los demás".
Creo que no importa cuánto se lea, ni qué tan rápido. Lo cierto es que, en la actualidad es prácticamente imposible leer todo lo necesario para considerarse un hombre universal al estilo de Da Vinci.
Hay muy poca gente capaz, hoy en día, de tener un conocimiento amplio sobre las bases de la cultura occidental. Aún los eruditos deben discriminar mucha información y especializarse para poder conocer un tema a profundidad.

En esta sociedad de conocimiento fragmentario, este libro es un oasis en el desierto, una guía que enmarque algunas de las lecturas indispensables que se deben hacer, con un marco histórico, social, filosófico y, en general, cultural.

En conclusión, "La cultura" es un libro pensado para aquellos a quienes la vida no nos alcanza para leer todo lo que tendríamos que leer y nos permite tener una visión a ojo de pájaro, de cuáles son nuestros principales huecos culturales, para que, el lector ocupado seleccione mejor su próxima lectura, visita a museo o adquisición de material discográfico.
"La cultura" es nuestra Beatriz, en el infierno de las grandes librerías abarrotadas de basura "New Age".

Para mi gusto personal, tiene un defecto menor: está orientado a la cultura alemana y el autor ignora a los grandes escritores latinoamericanos modernos como Borges y García Márquez, sin embargo, no se puede, en un texto tan conciso, cubrir toda la gama cultural de los últimos 3,000 años.
Siempre recordaremos a Dietrich como un ser humano lleno de amor a la cultura y al ser humano.

Thursday, November 22, 2007

Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura 2007





Estoy tan feliz!

Tuve tanto miedo de que fuera el DECREPITO DE VARGAS LLOSA el que se llevara el premio, pero afortunadamente no fue asi. Doris Lessing ya tiene en su poder el Nobel de Literatura, uno de los pocos premios que le faltaban en su laureado currículum.

En palabras del jurado encargado de otorgar el prestigioso galardón, la novelista británica encarna "la narradora épica de la experiencia femenina, quien con escepticismo, ardor y poder visionario ha sometido a escrutinio a una civilización dividida".

Lessing, que ya ganó el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2001, se convierte ahora en la undécima mujer distinguida con el máximo galardón del mundo de las letras, que concede desde 1901 la academia sueca. La autora de El cuaderno dorado ha confesado estar "encantada" con este nuevo reconocimiento a su trayectoria literaria.

Ante la muchedumbre de periodistas que la abordaron al bajarse de un taxi junto a su casa londinense manifestó: "Llevamos ya treinta años con esto. He ganado todos lo premios de Europa, todos ellos. Me encanta ganarlos todos. Es una estupenda emoción".

Cadena de reacciones:

La editora de Lumen, Silvia Querini, que publicará a final de año la próxima novela de Doris Lessing, recién proclamada Nobel de Literatura, dijo tras conocerse el veredicto de la academia sueca que se trata de "una autora de culto, pero no de renombre". Es decir, no son sus escritos para las masas mediocres sino para las elites pensantes del planeta. Y que escritor honesto coherente y comprometido no suena con eso?

El escritor Jose María Guelbenzu considera a Doris Lessing una escritora "de primera línea" que merece el premio Nobel "por razones estrictamente literarias", pero lamenta que "se convirtiera en icono de feministas".

"Últimamente los escritos de Lessing tienen una extraña sabiduría", ha destacado el autor de El río de la luna.El líder de los poscomunistas alemanes, Gregor Gysi, festejó con vino espumoso la decisión de la academia sueca: "Una tía como Premio Nobel de Literatura, qué más se puede pedir, aparte de que sea yo mismo quien lo gane. Sólo que por qué iban a dármelo a mí...".

Doris Lessing estuvo casada entre 1944 y 1949 con el hermano de su padre, Gottfried Anton Nicolai Lessing, al que conoció cuando ingresó en el partido comunista.Sus traductores, Carlos Mayor y Dolors Gaillard, afirmaron que en las ediciones en español "no se pierde demasiado la esencia de su obra", gracias al estilo "sencillo y accesible" de la escritora galardonada recientemente con el Premio Nobel de Literatura.

La escritora hispano-uruguaya Cristina Peri Rossi afirmó que Doris Lessing es, junto con Simone de Beauvoir, "una de las mujeres más destacadas del Siglo XX", que si bien ha militado a través de su literatura en las causas más importantes, "después ha renegado de todas las ideologías!

Paralelamente a su militancia, desarrolla su carrera literaria, en la que se traslucen los múltiples compromisos contraídos con su realidad inmediata: la de los negros oprimidos y las mujeres sojuzgadas. En su extensa obra destacan títulos como Canta la hierba, El cuaderno dorado, o sus dos volúmenes autobiográficos, Dentro de mí y Un paseo por las nubes.

En 2007, ha publicado su última novela, The Cleft, en la que retrata una sociedad compuesta sólo por mujeres.

Su aportación personal a la literatura contemporánea le ha valido una amplia pléyade de premios. Sobresale el Príncipe de Asturias, entregado a la escritora británica en 2001. Con el Nobel cierra una sucesión de reconocimientos y galardones de los que se ha hecho merecedora gracias a su firme compromiso social y literario.

Mujeres de Nobel: Doris Lessing es dede hoy la undécima mujer que cuenta con el máximo galardón de las letras. Sus antecesoras fueron Selma Lagerloef (Suecia) en 1909; Grazia Deledda (Italia) en 1926; Sigrid Undset (Noruega) en 1928; Pearl Buck (Estados Unidos) en 1938; Gabriela Mistral (Chile) en 1945; Nelly Sachs (Alemania-Suecia) en 1966; Nadine Gordimer (África del Sur) en 1991; Toni Morrison (Estados Unidos) en 1993; Wislawa Symborska (Polonia), en 1996; y la austriaca Elfriede Jelinek galardonada en 2004.

Los últimos Nobel: El premio Nobel de Literatura se concede desde 1901. En las últimas ediciones han sido galardonados el turco Orhan Pamuk (2006), el británico Harold Pinter (2005), la austriaca Elfriede Jelinek (2004), el surafricano John M. Coetzee (2003), el húngaro Imre Kertész (2002), el británico nacido en Trinidad Naipaul (2001), el francés de origen chino Gao Xingjian (2000), el alemán Günter Grass (1999), el portugués José Saramago (1998), el italiano Dario Fo (1997), la polaca Wislawa Szymborska (1996), el irlandés Seamus Heaney (1995), el japonés Kenzaburo Oe (1994), la estadounidense Toni Morrison (1993), el caribeño Derek Walcott (1992), la surafricana Nadine Gordimer (1991) y el mexicano Octavio Paz (1990), último escritor en español galardonado con este Premio.

Solo pido que si en lo futuro vuelven a otorgar este premio a un escritor en espanol, no sea para pseudointelectuales conservadores y ultraderechistas como el Vargas LLosa o el frivolo y superfluo de Carlos Fuentes. Ojala mis peticiones sean cumplidas en el tiempo que me quede de vida!

Wednesday, November 21, 2007

Pierre Bourdieu


Pierre Bourdieu fue uno de los pensadores críticos más brillantes e influyentes de los últimos 30 años del siglo XX. Su trayectoria y su obra recuerdan -aunque él lo haya rechazado en vida- la producción de intelectuales franceses como Jean-Paul Sartre o Michel Foucault.

Hace 35 años que Pierre Bourdieu publicó su primer trabajo sobre los estudiantes y la cultura. Desde entonces, convencido de que la sociología ayuda a explicar el mundo, produjo una impresionante obra teórica y práctica, al tiempo que se involucró en todo tipo de luchas sociales a favor de la justicia. Aunque su libro Distinción. Una crítica social del gusto haya sido escogida por la Asociación Internacional de Sociología como una de las 10 obras más importantes de sociología en el siglo XX, otros trabajos suyos, como el del oficio del sociólogo, han gozado de gran popularidad.

Distanciado de la izquierda clásica y del marxismo neanderthal, el arsenal teórico que produjo, en mucho alimentado por multitud de estudios empíricos y por la imaginación, tiene enorme actualidad. Su crítica al fatalismo economicista y a la restauración neoconservadora, su diagnóstico de la mundialización no como una fatalidad económica sino como una política consciente y deliberada, su exhorto a restaurar la política más allá de los marcos nacionales, su reivindicador llamado -siguiendo a Ernest Bloch- de una utopía razonada, son herramientas indispensables en la reconstrucción de la izquierda.

Según Bourdieu, para ser sociólogo se requieren tres características imprescindibles: modestia, trabajo y simpatía por la gente. Ninguna de ellas fue ajena a él.

Sólo cabe esperar que su muerte permita difundir mas ampliamente su obra en nuestro país -pienso, por ejemplo, en el poco impacto que tuvo su diálogo con Günter Grass a comienzos de 1999 sobre la nueva gama de discursos necesarios para enfrentar la globalización neoliberal- más allá de los circuitos en los que tradicionalmente ha estado confinada. Que la difundan a un sector mas amplio de gente pensante, que desafortunadamente no tuvo ni tiene oportunidad de acudir a esos historicos encuentros y foros de intelectuales de tan alto nivel.

La obra de Pierre Bourdieu


Los nativos estaban relativamente tranquilos. Les habían quitado muchas cosas, ciertamente. Los médicos habían descrito el funcionamiento de sus organismos como si no fueran suyos. Los economistas habían hecho lo mismo con sus intercambios mercantiles. Hasta los lingüistas formulaban teorías acerca de sus lenguas sin tener para nada en cuenta sus opiniones. Pero había una cosa que no podían quitarles, porque esa cosa era, en el fondo, ellos mismos. Se trataba de sus gustos.
Que a uno le guste o no un coche o una casa, que le repugnen las películas de Paul Newman, que encuentre ridícula tal forma de caminar o que prefiera la música de Chopin a la de Wagner, ¿quién puede a uno discutírselo? En esas cosas manda sólo uno mismo (le podrán a uno afear sus gustos, pero no por ello impedirán que le gusten), son inevitables y absolutamente soberanas, dependen únicamente de nuestra inalienable personalidad. De gustibus non est disputandum, y sobre gustos no hay nada escrito. O no lo había hasta que un sociólogo de humilde origen campesino publicó, en 1979, un libro titulado La distinción. Criterio y bases sociales del gusto (1979). El texto se iniciaba con una demoledora encuesta sobre los gustos musicales a propósito de tres obras: el Clave bien temperado de Bach, el Danubio azul de Strauss y Rhapsody in Blue, de Gershwin. A pesar de la indiscutibilidad, la intimidad y la irrenunciabilidad de los gustos, resulta que los profesores de Enseñanza Superior, intelectuales y artistas, escogían masivamente a Bach, la clase media y los cuadros administrativos a Gershwin, y la clase obrera se inclinaba mayoritariamente por el Danubio azul. Aquel día la inalienable personalidad de los nativos sufrió un importantísimo revés.
Partiendo de esta desilusión inicial, Pierre Bourdieu mostraba cómo lo indiscutible -el sagrado terreno del gusto- era el campo de batalla de una disputa simbólica en la cual podía descubrirse toda la estructura social de la división de clases, con las estrategias colectivas que intentaban aprovecharla o combatirla, las desigualdades de capital cultural y las enormes dosis de sufrimiento personal engastado en las apuestas 'estéticas' aparentemente triviales o superficiales. Aquello que los nativos consideraban su propio ser, aquello que creían ser ellos mismos y llamaban su 'naturaleza' era, sin embargo, su sociedad. Nada más y nada menos.
Mediante el concepto de habitus -las estructuras sociales imbricadas en las prácticas y confundidas hasta con las reacciones musculares aparentemente más automáticas de los agentes sociales-, Bourdieu no conseguía solamente otorgar objetividad a todo aquello que los individuos consideramos inalienablemente 'subjetivo' y a lo cual los teóricos con inclinaciones metafísicas y poéticas quisieran llamar 'el ser', sino que prevenía a la sociología contra su vicio más acusado -el de atenerse exclusivamente a esa objetividad tan difícilmente ganada- porque mostraba que esas 'ilusiones' subjetivas que los agentes se hacen sobre sí mismos no son en absoluto una 'cantidad despreciable' que el sociólogo deba pasar por alto para ser más 'científico', sino un elemento indispensable para la descripción de la sociedad. De este modo, los hallazgos del teórico alcanzaban también un significado político: el conocimiento de las estructuras sociales de dominación simbólica -es decir, de esas 'ilusiones' que se hacen los nativos, y que constituyen una herramienta necesaria para su propia dominación material- se convierte en un a priori para cualquier intento de reformarlas, combatirlas, denunciarlas o neutralizarlas. Estas 'razones prácticas' operan ya, aunque inconscientemente, en los movimientos sociales que se oponen a ellas, y deben contar conscientemente en los programas políticos que aspiren a una acción social eficaz.
Pierre Bourdieu no había llegado por casualidad a estas conclusiones. Procedente de la filosofía, que siempre fue uno de sus referentes polémicos -se recordará su importante ensayo sobre La ontología política de Martin Heidegger (1976)-, después de licenciarse con sendas tesis sobre las objeciones de Leibniz contra Descartes y las estructuras temporales de la afectividad, se formó como sociólogo en Argelia: una sociedad en la cual no es difícil (con un mínimo de sensibilidad) convertirse en un 'intelectual de izquierda'. Desde el principio sus intereses, aunque aparentemente diversos, estuvieron fuertemente orientados. Gran defensor de la 'teoría' frente al sociologismo instrumental y estadístico, su obra siempre se centró en el papel social de las producciones 'culturales' y de los bienes 'simbólicos', desde las instituciones de enseñanza -soberbiamente analizadas en Homo academicus- hasta las bellas artes, pasando por una 'sociología de la sociología' y una profunda investigación sobre las raíces y la significación de la figura del 'intelectual'. En la que fue probablemente su última obra de gran ambición teórica, Las reglas del arte (1992), Bourdieu expresó a la perfección otra de sus nociones-clave, la de campo social. Tomando como eje La educación sentimental, de Flaubert, describió de forma insuperable la formación histórica del 'campo literario' y la emergencia del personaje del escritor, sus obligaciones estéticas y sus responsabilidades públicas, sus máscaras y sus metamorfosis, sentando las bases para una 'ciencia de las obras' que supere la estéril alternativa entre la crítica 'interna' o textual y la crítica 'externa' o sociológica. Convertido ya en una de las grandes figuras de la sociología de la segunda mitad del siglo XX y en uno de los intelectuales de referencia en el debate internacional, creador de una escuela de sociólogos que lleva su impronta y animador infatigable de una de las principales revistas europeas de sociología, Bourdieu dedicó especialmente sus últimos años a lo que consideraba que era la antes aludida 'responsabilidad pública' del intelectual: invertir su prestigio como científico y corredor de fondo a favor de la causa de la izquierda o, como él decía, de una izquierda de izquierdas, comprometida con los nuevos movimientos sociales europeos en lo práctico y, en lo teórico, con la utopía de una 'Europa de los intelectuales' capaz de resistir a los efectos negativos de la globalización cultural. Nadie como él fue capaz de hacer eso que es tan difícil, tan molesto y tan necesario: enseñarnos a los nativos cuál es el juego al que estamos jugando.
Le echaremos de menos.

Sunday, November 11, 2007

APROXIMACIONES A LO EXCLUSIVO











Lujo ostentoso o "Mal Gusto".
El lujo viene definido como ostentación. Se trata de gastar y exhibirse. Los consumidores llevan Rolex, bolsos Louis Vuitton, gafas con el LOGO GIGANTE de la marca que debe de ser demasiado llamativo. les encanta la comida industrial, congelada y chatarra en restaurantes decorados lujosamente. Adoran vacacionar en las Vegas porque para ellos esos hoteles de carton comprimido si son de super lujo, no como los edificios viejos que hay en Europa! Les encanta embarcarse en cruceros para estar comiendo, bebiendo y gastando todo el tiempo del recorrido ya sea que el viaje sea por el Caribe o al Mediterraneo, no importa, lo importante es que el barco sea lujoso, lleno de comida y tiendas de marca .Visten prendas caras maquiladas en Asia pero "reconocidas". prendas que lleven el logo del cocodrilo o los cuadros de Burberry en sus chamarras, camisas o gorras. Ropa que tambien visten otras personas de renta elevada, porque buscan distinguirse, excluirse del resto. Es una especie de carrera por demostrar quién es el más opulento. Iconos de este tipo de consumo de lujo son personajes como Donald Trump y Martha Stewart en la década de los noventa. Ahora son las clases adineradas de las economías de los países emergentes, 'los nuevos ricos de Rusia o China', son quienes más se aproximan a esta forma de entender el lujo. Pero las masas con dinero nuevo pueden estar en cada ciudad de cualquier pais occidental, en cualquier lugar existe este tipo de gente. Son Incultos, jamas leen y si llegan a comprar un libro es porque es un Best Seller y todo el mundo (inculto ) esta hablando de el. No saben nada de Historia, ni de Literatura, no saben que es Filosofia ni como se aplica en sus vidas, mucho menos comprenden la Pintura o la Poesia. Pueden distinguir las ultimas colecciones de Prada o Chanel pero no pueden reconocer un Rembrand o un Delacroix. Les aburre la Opera y la Musica Clasica. No saben quien fue Camus, Flaubert o Borges. Se aburren con la poesia y no entienden el cine experimental. Su vocabulario es pobre y muy reducido. De los problemas que aquejan actualmente al planeta ni los conocen ni les interesa. Mediocres de intelecto pero con mucho dinero. Gracias a su nueva riqueza les ha brotado el mal gusto y la pedanteria, son simplones, bromistas, buenas personas limpias y ordenadas.

Lujo crítico y experimental. Tras la explosión de la opulencia la elite educada (no la elite del dinero) entra en una fase más reflexiva aparece un tipo de personaje mas informado y con mas cultura. Su misma educacion lo convierte en un consumidor más crítico.No vale todo por el hecho de ser caro. Se busca más la calidad y se tiende a invertir más tiempo en distinguir entre los productos. Por ejemplo, saben distinguir entre un vino tinto de crianza y otro sin crianza; los trajes son discretos y muchas veces hechos a mano, Saben que Daslu es la tienda departamental mas exclusiva del mundo pero no es eso lo que buscan ni les importa ya que seria una frivolidad de pesimo gusto. 'Cuando la gente reacciona contra el consumo ostentoso, incluso exagerado y de marca visible, la calidad aparece como consecuencia lógica. En este nivel, el consumo del lujo se vuelve más personal, está menos sujeto a las tendencias. Los consumidores se vuelven más creativos y demuestran mayor conocimiento. Son coleccionistas de los mejores vinos, de la mejor musica, de las mejores peliculas, de obras de arte y de muebles hechos por artesanos. Un ejemplo de este tipo sería un Historiador o un Antropologo de alimentación que busca el único huerto de peras de los Medici que queda en el mundo, o el aficionado a las Trufas que no se contenta con comprarlas simplemente, sino que viaja hasta Alba para buscarlas por sí mismo. 'Los artículos de lujo son el botín de un viaje de exploración. Unas vacaciones sin asistir a un Museo, sin deleitarse con una Opera o Conciertos de Musica Clasica no estan completas, mucho menos si no se ha cenado en el mejor restaurante de la region que por lo regular debe de ser de Cocina de Autor.
Los expertos creen que este es el punto en el que se encuentra actualmente la elite educada de la sociedad occidental. El lujo se despega del producto y entra en el reino de la experiencia. Los consumidores se dan cuenta de que lo que importa no es la posesión en sí misma de un producto, sino la experiencia que le proporciona. 'Ahora el lujo está más escondido, oculto bajo una capa de innovación, intención y significado. El nuevo concepto incluye también la mayor preocupación por lo ecológico. Es el ecolujo, que combina el lujo con la naturaleza y lo artesano.

Saturday, November 10, 2007


NormaVincenzo BelliniFelice RomaniAn opera for: Maria Callas? Back then! Today, Norma is "the ultimate work" for Edita Gruberova, the singular prima donna assoluta of bel canto in our own time. A grand decorative opera on the one hand: ancient saga! War between Rome and Gaul, but Norma is also a psychologically fine-grained chamber play about a highly complex woman in the throes of terrible conflicts: Norma, high priestess of the Druids and mistress of the Roman proconsul Pollione. When she is betrayed, this "Casta Diva", this "chaste goddess" is determined to take revenge. It all ends terribly: a love-death burning at the stake! The madness, ecstasy and beauty of total bel canto!
Me muero por asistir a esta Opera. Me encanta la produccion y el elenco!

DELUXE LA MASIFICACION DEL LUJO


All I have to say is that I love this book and it's something I'll definitely read again in the future. It's very well-researched. I'm amazed, simply amazed, with the amount of information, from interviews and stories to quotes, facts, numbers, even fashion history etc.
Dana Thomas traveled around the world in order to give you a better understanding how the multi-billion dollar luxury industry works: who the key players were/are, how they got there, the people who are buying into the luxurious slice of the pie, the people behind counterfeiting etc. She also went into detail how some of the world's most renowned luxury goods are made.
Again, the amount of information is priceless. Priceless, I tell you. It will definitely change the way you view "luxury" and the brands you buy into these days.
Some of my favourite tidbits are:
Some Japanese girls work as prostitutes in order to buy luxury brand handbags
Chinese "hostesses" accept shopping visits with their clients at luxury brand stores, which stay open until midnight, as payment for services rendered. The next morning, the hostess returns the purchase for cash, less a 10 percent "transaction fee," this inflating luxury brands' sales figures in China and washing away any illegal cash transactions between the woman and her client.

A rich, hip New York banker met a pretty Russian girl in the bar of the Hotel Byblos in Saint-Tropez late one night and took her home with him. The next morning, she told him pointedly: "I could really use a new pair of Gucci shoes." He understood immediately that she was a working girl and took out his wallet. "No," she said, "Gucci shoes." And to the store they went.
Louis Vuitton has fourteen official sites – eleven in France, two in Spain and one in San Dimas, California (YES, IN THE USA!!!) where leather goods are produced.
Diana Vreeland wrote in 1984: "Bloomingdale's is the end of shopping because there isn't anyone to wait on you, then you see a man; you think he's a floorwalker: ‘I'm sorry, lady, I can't help you. I'm like you, I'm just looking for somebody to help me.' So you go out into the street with tears in your eyes: you've accomplished nothing and you've lost your health!... Or I go into, say, Saks Fifth Avenue, and there on a rack on wheels are two dozen $5,000 dresses. On a rack! It shocks me... $5,000 dresses, dangling there... Of course a lot of people enjoy the variety. They go home empty-handed. But they've shopped. It's a sport."

"There I was sitting in a row of the Dior show with French first lady Bernadette Chirac and former first lady Claude Pompidou, and they looked like they had been hit in the face with a cold dead fish. They couldn't believe what they were looking at: this conservative house where they've all bought their clothes for years. How much was there that Madame Chirac or Madame Pompidou could wear?" -- New York socialite and lifelong Dior client Nan Kempner (1997)
Miuccia Prada met Patrizio Bertelli, a leather goods manufacturer from Arezzo, in Tuscany. Fashion legend has it that she caught him at a trade show in Milan in 1978 selling cheap knockoffs of her bags, legally pursued him to stop, then decided to bring him on board to handle her manufacturing instead.
"I am tempted to say what is luxury: servants and sixteenth-century service. If you want to talk about rare beauty, I know what it is. To fake luxury today is easy. You put some details from the brand's past, you put a little bit of gold, and that's it. I can't bear that... Real luxurious people hate status. You don't look rich because you have a rich dress. When you look at a person, do you see the spirit or the sexiness or the creativity? Just to see a big diamond, what does it mean? It's all about satisfaction. I think it's horrible, this judgment based on money. It's all an illusion that you look better because you have a symbol of luxury. Really, it doesn't bring you anything. It's so banal." -- Miuccia Prada

Chanel's first freestanding store was in Hawaii – Royal Hawaiian Shopping Center, 1984, before New York, before Beverly Hills. Why? Because of the Japanese tourists.
I remember an American woman I saw one morning in the Peninsula Hotel in Hong Kong. She was a chic New Yorker in her fifties, well dressed in a designer pantsuit, good jewelry, and Chanel sunglasses, and obviously wealthy enough to pay $500 a night at one of the world's top hotels. She walked up to the concierge desk and asked its chief, "Where can I buy a good fake Rolex? You know, a really good fake." The concierge looked at her incredulously and said he didn't know. I looked at her and wondered, "Are the sunglasses fake, too?"
"I remember walking into an assembly plant in Thailand a couple of years ago and seeing six or seven little children, all under ten years old, sitting on the floor assembling counterfeit leather handbags," the investigator told me as we drove away from the (counterfeiting) raid. "The owners had broken the children's legs and tied the lower leg to the thigh so the bones wouldn't mend. He did it because the children said they wanted to go outside and play."
These days, the rich buy Isaac Mizrahi designs at Target while the middle market shops at Gucci. Mizrahi calls the phenomenon "bipolar shopping disorder." Lagerfeld thinks it's just terrific. "We live in a time when expensive and inexpensive -- not cheap, I hate that word -- can live very well together. It's the first time in fashion this happened."
"Before, cheap clothes looked cheap," Andersson (H&M) told Dana. "Today, it's nearly impossible to see the difference, and that's what we are trying to prove. We can never be luxurious as Chanel, but luxury is more in YOUR perception than what it says on the label. We see ourselves as competitors with everyone -- Gap, Zara, but also Chanel. Why shop at Chanel if you can shop at H&M?"
The real rich do not attend the couture shows. "Most of the Chanel clients are not here," Karl Lagerfeld said after the Chanel couture show in July 2006. "They have other things to do, you know? But the oceans are crossed by private jets for fittings.""Who are they?" Dana asked"New fortunes. Huge fortunes. People who are richer than air. People we don't really know – we know if the money is clean – but people who don't want to be identified. It's not the red carpet. Whenever you have the dress on the red carpet, those women, they cancel their order immediately. The women who buy couture don't want to be identified with actresses.""Where do they live""China, there are more than a couple."A few days later, Chanel's head seamstress and one of its vendeuses were flown with the collection to China for the weekend on a private jet.

ON PARADISE DRIVE.!


Me rei muchisimo, el tipo sabe observar bastante bien a su sociedad.
"Nadie" -habría que añadir-, con la excepción de este comentarista neoconservador David Brooks que aun cree en la virtud esencial de la América suburbana, la frontera del viaje sin fin que la clase media estadounidense emprende para mejorarse a si mismo, según sostiene inverosimilmente en su libro, "On Paradise drive" (Simon and Schuster , 2004). Los estadounidenses suburbanos son tan virtuosos, bajo la óptica de Brooks, y tienen tanta "energía y productividad", que, pese a limitarse a buscar "un lugar para perseguir sus sueños privados... una casa simpática ("nice" es el adjetivo que repite) con un patio simpático y una carrera simpática y niños simpáticos en escuelas simpáticas" han creado, casi sin darse cuenta, una superpotencia a la que todo el mundo odia con visceralidad, "desde Osama Bin Laden y Sadam Husein hasta manifestante antiglobalziacion". ¡Ay pobres residentes extra urbanos de Dayton (Ohio), tan mal comprendidos! El elogio de Brooks a la América Media suburbana tiene todos los componentes ideológicos del nuevo republicanísimo de George Bush, un extraño victimismo de los mas poderosos, respecto a las "elites progresistas urbanas" y respecto al mundo entero. Pero, en el fondo, ni sus héroes suburbanos se creen tan virtuosos. En las nuevas urbanizaciones valladas de Arizona, Nevada,California, Colorado o Virginia –las zonas de mayor crecimiento demográfica del país- o en la ciudad jardín de New Jersey, todo el mundo esta ocupado consumiendo en los centros comerciales o llenando sus carritos de chatarra en COSTCO o WALL MART.

BOBOS EN EL PARAISO



Quienes son los BOBOS? Son los bohemios burgueses, capaces de haber creado ahora una nueva cultura, un credo y un estilo exclusivo de vida como síntesis de lo que un día fueron, y de lo que un día rechazaron. Nada que ver con lo yuppies que nunca tuvieron nada de bohemios. Para los bobos, traer a los ámbitos de la prosperidad burguesa el estilo de sus años juveniles, cuando eran enemigos del sistema dominado por los WASP (blancos anglosajones protestantes), es su mejor sello de distinción.

Ni yuppies, ni nuevos ricos. Se trata de una numerosa secta de hombres y mujeres de muy elevados ingresos, agresivos e inventivos, que se cotizan en las esferas más altas del mercado de las oportunidades por lo que saben, y no por su origen de cuna. Como bohemios que fueron desprecian la cultura patricia de los antiguos ricos, la de los advenedizos que quieren enseñar de una vez todo lo que tienen, y la aburrida cultura homogénea de la gris clase media uniformada en sus creencias, aficiones y temores. Desprecian, por tanto, la mediocridad, pero desprecian también la pobreza verdadera, que es la carencia. Si llegaron donde están, no gracias a su sangre sino a su talento, pueden crearse un mundo exclusivo para ellos, de disimulado pero firme bienestar. Su mundo es caro, porque toda exclusividad social cuesta dinero, y ellos lo tienen a montones.

Todo esto, y mucho más, está explicado con amenidad, y mucho de cinismo, en el libro Bobos en el paraíso (la nueva clase superior y cómo llegaron allá) de David Brooks, un periodista muy bien pagado, (un pseudintelectual de derecha o neoconservador liberal como el se denomina) un bobo él mismo, según propia confesión, que nos explica ampliamente las características de la hermandad a la que pertenece, sustituta de la vieja clase masculina de los WASP, que terminó su dominio económico y cultural al fin de la era industrial en los años cincuenta. En la década siguiente, los bobos, que para entonces eran sólo bohemios envueltos por el humo de la marihuana, se encargaron de demoler los pilares culturales en que la vieja clase se asentaba, para luego retomar ellos mismos el relevo en las novedosas circunstancias de la era tecnológica al final del siglo pasado e inicio de este milenio..

Son ahora dueños de empresas de software, especialistas en el mercado, publicistas, editores, periodistas, creadores de nuevas empresas capaces de vender productos insospechados que alimentan los nuevos gustos inventados por ellos mismos, como es el caso de la cadena de cafeterías Starbucks, una genuina creación de la cultura de los bobos. En lugar del infame café americano, servido en tazas generosas para paladares comunes, los bobos han creado el gusto por el refinamiento con el café capuchino, del que se ofrecen decenas de variedades. Y, dicho sea de paso, el eje de la vida hogareña de los bobos no es una sala de muebles pretenciosos, sino la cocina, inmensa y dotada de refrigeradores de superficie cromada, capaces de contener un elefante descuartizado
Para un bobo resulta una afrenta a su pasado sedicioso, y a su gusto desafiante del viejo establecimiento, ponerse al volante de un Mercedes, sumum del mal gusto patricio de los WASP, y prefiere un Land Rover todo terreno superequipado, capaz de llevarlo al fin del mundo a través de caminos escabrosos, aunque el fin del mundo sea el ámbito de su propio reparto residencial, exclusivo sólo para bobos. Ambos, el Mercedes y el todo terreno valen lo mismo de caros, pero la diferencia está en el gusto, o en el rechazo del gusto arcaico. Nadie verá nunca a un bobo metido dentro de un traje de Armani, y la bastarán unos jeans desteñidos y una camisa casual, ambos caros también, para trabajar en su despacho, donde se juegan millones de dólares; y podrá lucir, a lo mejor, una coleta, o una barba mal cuidada como en los viejos tiempos de rebeldía contra la guerra de Viet Nam, y unos zapatos para escalar montañas que nunca va a escalar, otra vez caros y exclusivos, por supuesto.

Según el recuento de Brooks, la revolución de los bobos sólo fue posible cuando a comienzos de los años sesenta, para el tiempo en que todos ellos se entregaban a la protesta, se produjo una reforma radical en el sistema de admisión a las universidades, que dejó de un lado la pertenencia a las familias WASP como requisito necesario para asegurarse un puesto de estudiante en Harvard o en Princeton, y abrió las puertas a todos aquellos que demostraran tener un talento superior, cualquiera que fuera su origen. Hoy, la educación es la base de su status, dime de que universidad vienes y te diré quién eres; pero saben que es un status precario que no pueden heredar a sus hijos, pues no se trata ahora del apellido, sino del cociente intelectual.
Cualquiera diría que a aquellos muchachos de antaño los absorbió el sistema implacable, pero Brook alega lo contrario, que ellos absorbieron al sistema, moldeándolo a su propio gusto, y que al romper con las viejas barreras, colocaron la inteligencia creativa por encima de cualquier otra cosa.

Y para mayor abundamiento en la ruptura de los cánones, los bobos tienen en Bill Gates su propio santo a quien rezarle. Se salió de la universidad alegando que no tenía nada que pudieran enseñarle, y empezó a inventar de nuevo el mundo desde un garaje.
Algunas definiciones del escritor David Brooks, sobre este nuevo modelo generacional de inicios del siglo XXI:
• Son gente adinerada, pero que trata de no convertirse en materialista. Esta generación ya salió de la fiebre por la marcas que mostraban los yuppies de hace 10 años; y como es de mal gusto ostentar, se gastan el dinero en aparentar que no lo poseen.
• El dinero que más cuenta dentro del grupo de los BoBos es el obtenido como efecto de materializar una visión creativa.
• Invierten mucho dinero en la cocina y el baño, pero no en la sala o en el comedor porque son símbolo de la clase alta.
• La preocupación por la salud también define a estos intelectuales del consumo. Compran comida sana y natural, aunque cueste más que la común y corriente.
• Todo lo que tocan no lo convierten en oro, como lo hacían los yuppies, sino que lo transforman en algo artístico o espiritual.
• No hacen compras en los centros comerciales de moda, sino en mercados de las pulgas para adquirir objetos que estabilicen su ritmo Zen y le den armonía a su hogar, así cuesten una fortuna.
• Se sienten culpables por el éxito y tienen que demostrar que no hacen parte del Establishment, por eso se burlan de ellos mismos y de su educación en los mejores colegios y universidades.
• Cuando son entrevistados no aparecen en elegantes oficinas con impecables atuendos, sino con una pistolita de agua o metidos en una tina (como lo hizo un alto ejecutivo de Microsoft para la portada de la revista Fortune).
• Aunque tengan 40 ó 50 años, aún conservan lenguaje de adolescentes y adoran los juegos electrónicos.
• Jamás hablan de sus años en Harvard o Yale, pero sus hijos sufren la presión del conocimiento y son bombardeados con juguetes pedagógicos y clases privadas.
Todo esta bien, te diviertes durante la narracion, en algunos momentos hasta te identificas plenamente, peeeero.....de la mitad del libro en adelante viene el tipico lavado de cerebro de la derecha, "que padre ser asi" "solo los bobos somos lo suficientemente maduros para no caer en radicalismos politicos ni religiosos", ya saben, LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER! Segun Brooks ya no sirve ser intelectual, ni radical, el mundo esta muy bien asi y solo los Norteamericanos son el modelo de vida y personalidad para el resto del planeta!...O sea, el tipo ni la despista ni le interesa que lo tilden de loco, total asi diciendo idioteces se la pasa super bien y se mantiene con muchisimo exito entre las masas siempre incultas de su pais. Dejemos que siga durmiendo de ese lado. Me entretiene mucho en un principio, pero siempre al final me aburre.
Ah...y no conforme con lo que dijo en este libro saco otro enseguida....
les hablare de ese ensayo despues.......bye!